Familiares y pacientes renales de Loja marcharon hasta la Coordinación Zonal 7 de Salud y luego a la Gobernación para exigir soluciones ante la falta de recursos para tratamientos de diálisis, denunciando que alrededor de 500 pacientes dependen de este servicio y que, por deudas a las clínicas dializadoras, podrían suspenderse las terapias en los próximos días, lo que pone en grave riesgo su salud.
